viernes, 5 de junio de 2020

EH Bildu y Elkarrekin Donostia denuncian graves destrozos en la Isla Santa Clara

 Donostia, 05 de Junio de 2020


Los concejales Markel Ormazabal y Haizea Garay de los grupos municipales EH Bildu y  Elkarrekin Donostia, respectivamente, van a trasladar a Comisión los graves destrozos que la obra del faro ha provocado en el entorno de la isla Santa Clara y exigen al Alcalde explicaciones al respecto. 



Los grupos municipales de EH Bildu y Elkarrekin Donostia han señalado que han podido constatar, a través de un vídeo grabado el pasado fin de semana, graves destrozos en la parte superior de la isla. 

La concejala de la coalición Elkarrekin Donostia, Haizea Garay ha recordado que esta obra venía siendo cuestionada por numerosas voces en la ciudad. En este sentido, diferentes colectivos ecologistas habían solicitado reiteradamente blindar la protección medioambiental del espacio. Sin embargo, “el gobierno municipal ha desoído estas peticiones y ahora nos encontramos con esta gravísima agresión a este entorno natural”, ha criticado Garay. 

La concejala de Elkarrekin ha recordado que  la isla Santa Clara es un área de especial protección estricta según el Plan territorial sectorial de Protección y Ordenación del Litoral del País Vasco y el criterio general de ordenación ha de ser “la conservación del ecosistema, limitando la intervención antrópica, promoviendo la conservación estricta de sus características morfodinámicas y la conservación activa de su vegetación”. Por tanto, la isla Santa Clara constituye un área de máximo valor para la conservación.

Por este motivo, en julio de 2019, ambas formaciones reclamaron al Alcalde Eneko Goia que  hiciera las gestiones necesarias para garantizar la protección medioambiental de la isla, teniendo en cuenta su categoría de especial protección estricta, y que presentara antes de fin de año un informe de impacto medioambiental del proyecto escultórico en la isla, al objeto de asegurar la protección del entorno.

Posteriormente, ya en octubre del pasado año, desde ambas coaliciones de izquierdas, “solicitamos la paralización de la obra reclamando, en otras cuestiones, un plan de impacto medioambiental de la obra en el edificio del faro y el Alcalde rechazó el plan ya que, según sus palabras, la intervención se ceñía al interior del edificio del faro y, por tanto, se iba a respetar el entorno” ha recordado Markel Ormazabal, concejal de EH Bildu.

Preguntada por estas cuestiones, la propia Cristina Iglesias ha afirmado ante los medios de comunicación que "las entiende" y, en este sentido, ha subrayado que la obra pretende "transmitir valores que favorezcan la conservación de la naturaleza". El concejal-delegado de Cultura, Jon Insausti, aseguró en un reportaje publicado por un medio de comunicación el 10 de enero de 2020 que "desde la presentación del proyecto la fundadora Cristina Iglesias afirmó que su intervención no afectaría a la morfología de la isla ni a su aspecto exterior". Pero el cumplimiento de estos requisitos no es responsabilidad de la artista, sino de la institución a la que corresponde velar por la óptima ejecución de los trabajos. Y la responsabilidad, en este caso, es del Ayuntamiento de Donostia.

Sin embargo, el proyecto ha seguido adelante sin que el Gobierno municipal realizara el informe de impacto medioambiental del proyecto escultórico en el faro de la isla aprobado en pleno en noviembre de 2018, ni ha realizado acción alguna para garantizar la protección medioambiental que requiere el entorno. “Al contrario” señala Ormazabal. “Lo que hemos podido constatar es que la pasividad del Alcalde ha provocado una grave agresión en este entorno protegido”. 

Por este motivo, Ormazabal y Garay han informado que presentarán una iniciativa en comisión al objeto de exigir al Alcalde explicaciones sobre “el motivo de esta grave agresión al entorno protegido y singular de la isla”. Los grupos municipales queremos saber quién se hará cargo del destrozo realizado en la amplia zona alrededor del faro. 

Desde el primer minuto del debate Eneko Goia, ha hecho una defensa ciega del proyecto. ¿Reconocerá ahora el Alcalde que lo que pedíamos no sólo era razonable, sino necesario? ¿Se hará responsable del daño causado por las obras de este proyecto en el espacio natural de la isla? Y lo que consideramos más importante, ahora que el Ayuntamiento ha empezado a anunciar recortes en el contexto de crisis generada por el virus covid-19, ¿qué intenciones tiene respecto a este proyecto? ¿Seguirá adelante con el proyecto?

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