Donostia, a 15 de julio de 2022
Haizea Garay, concejala de Ezker Anitza-IU en el grupo municipal Elkarrekin Donostia, sostiene que ante el impacto del turismo en nuestra ciudad y en un contexto en el que es imprescindible una reflexión sobre los límites de los recursos naturales y los modelos de acumulación del sistema actual, el ayuntamiento debe poner en marcha un Plan de decrecimiento turístico en la ciudad.
Defenderá, asimismo, la necesidad de establecer una tasa turística como herramienta fiscal para conseguir una redistribución justa de los recursos con los que atender a las necesidades básicas de todos y todas las donostiarras.
La concejala de la formación de izquierdas considera prioritario que se ponga sobre la mesa la necesidad de llevar a cabo un proceso de decrecimiento turístico, frente a las políticas del gobierno municipal PNV-PSE que permiten un crecimiento sin control del turismo en la ciudad. “El efecto que el turismo provoca sobre la vida en la ciudad es enorme, y ejemplo claro de ello es el incremento en los precios de la vivienda, de productos básicos, la mayor generación de residuos, el incremento de la movilidad, o la destrucción del medio natural a través de proyectos planificados para desarrollar actividades que tienen una relación directa con el turismo y en consecuencia, en la situación de emergencia climática”, señala Garay.
En este sentido, la concejala plantea una vez más que es necesario plantear medidas que frenen la actual la proliferación desorbitada de plazas hoteleras gracias a las numerosas licencias para nuevos hoteles y diversos alojamientos turísticos. “De ahí la propuesta que venimos planteando desde hace años de establecer una moratoria en la concesión de licencias para nuevos hoteles y alojamientos turísticos. Pero igualmente considera necesario dejar de destinar dinero a la promoción turística.” “Creemos que es hora de caminar hacia el decrecimiento turístico. La ciudad y sus recursos no son ilimitados. Para que las personas desarrollen una vida sana, debemos ser capaces de mantener nuestro entorno vital en condiciones óptimas para la vida de todas las especies del planeta y mediante una redistribución justa de los recursos que abandone los modelos de acumulación del sistema actual”, manifiesta Garay.
En consecuencia, además de las medidas a tomar desde el punto de vista urbanístico, deben adoptarse medidas también desde la fiscalidad. Garay recuerda que “en la anterior legislatura ya solicitamos la implantación de una tasa turística en la ciudad, desde la coalición que nos precede, el grupo Irabazi Donostia, y desde entonces hemos insistido en ello. De hecho, en abril de 2019 conseguimos que el pleno municipal acordara solicitar al Gobierno Vasco la aprobación de un instrumento legal que permitiese al ayuntamiento aplicar e ingresar en las arcas municipales una tasa turística, pero no se ha avanzado nada”.
La edil de izquierdas sostiene que esta tasa puede ayudar, por un lado, a compensar los gastos derivados del turismo en servicios públicos básicos para la ciudad -servicios de mantenimiento urbano como recogida de residuos y limpieza, servicios de transporte público, etc.-., pero además, incide en que “estos recursos económicos deberían ser puestos al servicio de políticas que permitan hacer frente a la emergencia climática y a la crisis que, en definitiva, es global, para garantizar así una vida digna para todas las personas”. Se trataría en definitiva, continúa Garay, “de tomar medidas en favor de un cambio de modelo de ciudad que ponga las necesidades de la población donostiarra en el centro, que acabe con los desequilibrios estructurales, garantizando derechos básicos y servicios públicos de calidad para toda la ciudadanía, frente al actual modelo especulativo y segregador que entiende la ciudad como un negocio”, concluye Garay.
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