domingo, 11 de julio de 2021

Elkarrekin Donostia rechaza la política medioambiental desarrollada por el Gobierno municipal en la ciudad y pide más protección para el entorno y sus ecosistemas

Haizea Garay, concejala del grupo municipal Elkarrekin Donostia (compuesto por Podemos, Ezker Anitza-IU y Equo-Berdeak) en el ayuntamiento donostiarra, denuncia la falta de sensibilidad y respeto de este Gobierno municipal sobre el medio natural de la ciudad, así como sobre las especies animales que habitan en nuestro entorno, y muestra su preocupación ante el impacto que pueden ocasionar las nuevas actuaciones previstas en ámbitos como Antondegi.

 

La edil de la coalición de izquierdas, Haizea Garay, señala que las actuaciones desarrolladas desde el consistorio desde la pasada de legislatura han puesto de manifiesto la falta de sensibilidad medioambiental de este gobierno y que, “por desgracia”, proyectos que se están llevando a cabo en la actualidad y otros previstos a medio plazo, están poniendo en peligro varios ámbitos naturales de la ciudad y sus ecosistemas. 

En palabras de Garay, “llevamos años denunciando las actuaciones cometidas sobre espacios naturales como los depósitos ilegales de Belartza o la tala de árboles de Lourdes Txiki y reclamando su restauración medioambiental y, por contra, vemos cómo las agresiones contra el medio se extienden. El proyecto escultórico de la Isla Santa Clara y la piscina de olas artificiales en Antondegi son los ejemplos más evidentes, pero no los únicos entornos afectados o en riesgo.”

La concejala define la situación actual de gravedad, no obstante, cree que es posible evitar un deterioro mayor y que se deben tomar medidas urgentes para reducir el impacto medioambiental. En este sentido, en las comisiones que se celebrarán el próximo lunes, Garay planteará, entre otras cuestiones, que se realice un seguimiento adecuado del Plan de Vigilancia ambiental de la Isla, ya que “la quema de materiales que se produjo el 20 de mayo y que dio lugar a la asfixia de crías de aves, demuestra que no hubo una adecuada gestión de los residuos de la obra.”

Tal como señala, tampoco se está gestionando adecuadamente el control sobre los vertidos contaminantes que se repiten en el curso del río Urumea, a la altura del barrio de Martutene. Las asociaciones ecologistas han denunciado tres vertidos en sus aguas desde febrero, en la mayor parte de los casos sucedidos en fin de semana, pero les consta que ha habido más episodios. “Lo lógico sería que el ayuntamiento investigase su procedencia, sancionase a quién o quiénes están cometiendo estos daños contra el medio y evitar que vuelvan a reproducirse los vertidos, y sin embargo, cuando preguntamos por ello no vemos ningún indicio de preocupación”, manifiesta Garay.

Igualmente pedirá medidas para garantizar el mantenimiento de la biodiversidad y, en concreto, la protección de las aves que anidan y crían en nuestro municipio, pues Garay observa con especial preocupación el poder mantener la continuidad de los ciclos reproductivos de distintas especies en la ciudad, por ejemplo, la de la pareja de gavión atlántico, única en la provincia. Esta pareja ha tratado de reproducirse en los dos últimos años en el entorno de la Isla, pero no ha podido sacar adelante a sus crías en este entorno. Por eso este año ha buscado un entorno más protegido en los acantilados de Ulia.

Garay ha querido recordar que el pasado verano el ayuntamiento mantuvo cerrada una zona de la isla hasta finales del mes de julio al objeto de proteger el periodo de incubación y de cría de las aves. Sin embargo, la isla se ha mantenido completamente abierta, hecho que provoca peligro para las aves y sus crías. “Constatamos que se está dando un retroceso en materia de protección medioambiental, cuando lo que debieran de haber hecho era aumentar las medidas” ha denunciado la edil de izquierdas.

Otro ejemplo de la situación de peligro y amenaza para el mantenimiento de la biodiversidad de las aves en la ciudad, según Garay es la situación a la que se enfrentan la colonia de vencejos que habitaba en el cerro de San Bartolomé, la cual no puede regresar a su hábitat por la colocación de una especie de espantapájaros en un hotel cercano.

En relación al proyecto de piscina de olas artificiales en Antondegi la edil de Elkarrekin Donostia ha advertido que su construcción pone en riesgo a 117 especies de aves distintas; 84 de éstas incluidas en el Listado de Aves en Régimen de Protección Especial del Estado español, y 29 de ellas en el Catálogo de Especies Amenazadas del Gobierno Vasco. “Actuaciones de este tipo, es decir, de ocupación de nuevos espacios, son a todas luces incompatibles con la preservación de un cinturón verde en la ciudad que pueda hacer frente a la Emergencia Climática, y la naturaleza lleva muchos años dando avisos y muestras de agotamiento”, advierte Garay.

Así mismo preguntará en comisiones sobre la cisne hembra de la plaza de Gipuzkoa, a la cual, tal como han denunciado los colectivos ecologistas, desde los servicios municipales le han suplantado los huevos que había puesto por unos huevos artificiales de yeso, alargando así su periodo natural de incubación y causándole, por tanto, un sobreesfuerzo innecesario. “Este hecho es un claro ejemplo de la utilización de un animal como puro ornamento, sin considerar su bienestar, y evidencia la necesidad de un cambio radical en las políticas de protección que se vienen desarrollando hasta el momento”, concluye la concejala.

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