Donostia, 22 de febrero de 2022
Haizea Garay, concejala de Ezker Anitza-IU en el grupo municipal Elkarrekin Donostia, ha reclamado al Gobierno municipal que impulse en la ciudad una red de bidegorris que garantice la conectividad de todos los barrios.
La ejecución de un bidegorri por la calle Miracruz hasta Ategorrieta es una demanda tradicional de los colectivos, usuarios y usuarias de bicicletas, sobre todo de la zona Este de la ciudad. Es una infraestructura trascendental para la comunicación de los barrios del Este de Donostia, ya que, “con este carril bici las personas que utilizan la bicicleta como medio de transporte podrían atravesar Gros a través de un itinerario recto y no dando rodeos por este barrio”, señala la concejala de la formación de izquierdas. No obstante, continúa Garay, “hemos tenido noticias de un posible bidegorri en la Avenida de la Libertad que, según declaraciones del alcalde, «permitirá ampliar la red de bidegorris, con el reto de extender el ramal hacia la zona este de la ciudad».
Ante esta información, Haizea Garay interpeló en las comisiones de este mes a la concejala delegada de Movilidad acerca de las previsiones del gobierno sobre la ejecución del tramo de Miracruz, y su respuesta fue que el Gobierno municipal está ahora centrado en lo que se ha venido a llamar Datorren Donostia, el plan que se está trabajando en el ayuntamiento de cara a crear una zona de bajas emisiones para el 2023. Según la delegada de movilidad, todo lo que esté más allá de eso que tendrá que esperar.
Desde Elkarrekin Donostia denuncian que "estamos ante el enésimo ejemplo de una política de PNV-PSE basada en la foto, en anuncios que se hacen pero que no sabemos cuándo van a llegar y si terminarán ejecutándose".
Asimismo Garay reclama que la red de bidegorris “tiene que tener una conectividad, tienen que resultar útiles, y vemos cómo las intervenciones se concentran en el centro de la ciudad. Resulta llamativo que se plantee un cuarto bidegorri en el centro, que sería el de la Avenida de la Libertad, paralelo a los tres anteriores (el del Boulevard y los de las calles San Marcial y San Martín), y que más allá de ahí, en el barrio de Gros, no se articule un bidegorri en Miracruz, el cual constituiría una vía directa de conexión hacia la zona Este de la ciudad”.
La concejala denuncia que los cambios que se están barajando dentro de Datorren Donostia en materia de movilidad para constituir la zona de bajas emisiones, afectan principalmente al centro, y en concreto, al acceso de vehículos privados a unas calles céntricas de la ciudad, “cuando a la hora de intervenir no se puede aislar la zona de bajas emisiones del resto de la ciudad, dado que las decisiones que se tomen en un espacio tienen que tener una continuidad y una coherencia respecto al conjunto de la ciudad”. “Donostia es una ciudad con muchos barrios, y parece que hay que recordar constantemente al equipo de gobierno que la ciudad no termina en el centro y el río”, concluye Garay.
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