Donostia, a 10 de enero del 2023
Ezker Anitza-IU Donostia recuerda que la estación de Atotxa se ha construido con millones de euros de dinero público; concretamente con 21 millones de euros del total de 32 que costó esta terminal. Es inadmisible que el dinero de todos y todas acabe de la noche a la mañana y, sin objeciones por parte de las instituciones públicas, siendo parte de los beneficios de empresas privadas y, en este caso concreto, de un fondo buitre
La formación de izquierdas sostiene que el hecho de que el fondo buitre Azora se haya convertido en la empresa que gestiona la Estación de autobuses “es consecuencia directa del modelo de gestión que defiende el PNV, modelo al que se refiere con el eufemismo de colaboración público-privada pero que, en realidad, consiste en transferir dinero público para que el sector privado haga negocio.”
La construcción de la estación de autobuses de Atotxa costó 32 millones; de ellos, algo más de 16 millones fueron costeados por el ayuntamiento de Donostia, 5 por la Diputación y el resto por la UTE adjudicataria del contrato. Sin embargo, en el corto plazo de 5 años, la inversión de millones de euros de dinero público quedan bajo la gestión de un fondo buitre. “Es lo más parecido a poner Donostia en una bandeja y entregarla a fondos especuladores”, critican desde Ezker Anitza-IU.
Según esta organización, este hecho supone un paso más en la deriva de privatización que está sufriendo la ciudad. Hay que recordar que el fondo buitre Azora está presionando para desalojar de sus viviendas a varias familias de la ciudad, exigiéndoles el pago de alquileres desorbitados y no renovando contratos estables de alquiler.
En este sentido, continúan desde Ezker Anitza-IU, “siendo el transporte y la vivienda servicios básicos, nos preocupa que el gobierno municipal haya dado el visto bueno a que a lo largo de estos años la gestión de la estación de autobuses haya quedado en manos de Azora”.
Pero a fin de cuentas, en esto se traduce la colaboración público-privada del PNV y PSE; después de haber costeado la terminal entre la ciudadanía a escote, la brindan a terceros para que hagan negocio. Es una política del todo contraria a los intereses de la ciudadanía. Esto supone estar en manos de empresas privadas cuyos intereses están muy lejos de las necesidades de los y las donostiarras y del resto de Gipuzkoa.
Finalmente, Ezker Anitza-IU manifiesta su defensa en favor de la gestión directa de los servicios públicos para que éstos cumplan su verdadera función, que es la de dar servicio a la ciudadanía. Y denuncia que el ejecutivo de Goia no haya hecho todo lo que haya podido para impedir que un fondo buitre que desahucia en la ciudad, se haga con la gestión de la estación de autobuses.
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