Elkarrekin Donostia denuncia que el proceso participativo iniciado para la revisión del PGOU no cumple las condiciones para que toda la ciudadanía pueda realizar sus aportaciones

 

Donostia, a 9 de abril de 2022

  

Haizea Garay, concejala de Ezker Anitza-IU en el grupo municipal Elkarrekin Donostia, cuestiona la supuesta universalidad del proceso participativo recientemente abierto para la revisión del PGOU, ya que, la primera toma de contacto que se plantea es una consulta telemática, sin atender a cuestiones como la brecha digital o la falta de un acceso universal a internet. Además, se plantean unas mesas sectoriales “no universales”, restringidas, antes de llevar el proceso de participación a los barrios, lo cual mediatiza las líneas de trabajo que puedan tratar los colectivos vecinales y ciudadanía en general.

La concejala de la formación de izquierdas ha registrado una interpelación para las comisiones municipales que se celebrarán el próximo lunes a fin de que se modifique el proceso participativo iniciado para la revisión del Plan General, para que toda la ciudadanía que lo desee pueda tomar parte en él y pueda opinar de todas las cuestiones que consideren de interés para la ciudad. Garay quiere recordar que este proceso de participación no es iniciativa propia del ayuntamiento, sino que es obligado por Ley para los procedimientos de aprobación de los planes de ordenación del territorio y de los instrumentos de ordenación urbanística.

El pasado 28 de marzo se llevó a cabo la presentación pública, a modo de sesión informativa del inicio del proceso. En esta jornada el equipo redactor del avance manifestó que la hoja con la que contaba era una “hoja en blanco”, y que se abría en estos momentos un proceso de diálogo y conversación activa. Sin embargo, el proceso de participación ciudadana que se pretende llevar a cabo en la fase de diagnóstico del PGOU, “adolece de varios defectos para que el proceso sea universal a toda la ciudadanía”. En primer lugar, señala Garay, “la consulta abierta que se va a llevar a cabo en este mes de abril se ha contemplado de forma telemática. Desde Participación se reconoció como “universal”, hecho que por supuesto no está valorando la brecha digital que impide la participación de muchas personas, ni tampoco el que todas las personas tengan acceso a internet y a las nuevas tecnologías en general.”

Desde la coalición manifiestan que no es la única cuestión que dificulta la elaboración de un diagnóstico completo, ya que previamente a la participación presencial de ciudadanía y colectivos vecinales o asociativos en los barrios, la cual se retrasará hasta otoño, una vez se hayan sacado unas conclusiones marco de esta primera fase, se ha planteado la creación de unas mesas sectoriales, no universales, que ya disponen de unas líneas concretas de trabajo y por tanto, sus conclusiones mediatizan los temas o cuestiones a tratar posteriormente en los barrios. Garay manifiesta que este planteamiento “reduce la participación de la ciudadanía y colectivos de cada barrio, limitando la posibilidad de incidir en las conclusiones que se extraigan de este proceso. De hecho, para la participación de estas mesas que se plantean restringidas, se extenderán invitaciones, con lo cual, hasta los y las mismas integrantes de las mesas estarán definidos por el equipo de gobierno del ayuntamiento”.

La edil considera que los colectivos vecinales y el movimiento asociativo, así como la ciudadanía en general, tiene mucho que decir sobre el marco global de la ciudad y sobre los temas a analizar que se han establecido, “por lo que es necesario revisar el proceso para ampliar la participación, para que se constituyan en primer lugar mesas abiertas a colectivos y ciudadanía de participación presencial y directa para conseguir con ello un diagnóstico lo más amplio posible, pues con más voces el diagnóstico de la situación actual será más completo y plural. Por ello pedimos al gobierno municipal la modificación del proceso previsto para que se realice, en primer lugar, la participación presencial del conjunto de la ciudadanía y los colectivos en los barrios analizando la situación global de la ciudad; que el proceso no quede reducido a una encuesta adaptada a unos temas predispuestos y dirigidos; en definitiva, para que sea un proceso participativo real dónde prevalezca el interés público atendiendo a las necesidades de las donostiarras y no un papel elaborado para cumplir con un trámite legal”.