Elkarrekin Donostia rechaza la política del gobierno municipal de potenciar un modelo de comercio volcado y dirigido exclusivamente al turismo

 Donostia 31 de marzo de 2022

Haizea Garay, concejala de Ezker Anitza-IU en el grupo municipal Elkarrekin Donostia, ha criticado que, dentro de las líneas de ayudas de dinero público obtenidas vía Fondos Next Generation UE, el gobierno municipal haya optado por aquellas ayudas económicas dirigidas al fortalecimiento de la actividad comercial en zonas turísticas, en lugar de concurrir a otras ayudas con objetivo de potenciar el pequeño comercio local y de proximidad.

La inyección económica puesta en marcha por la Unión Europea para combatir la crisis generada por la pandemia a través de los denominados fondos Next Generation, en el caso del Estado Español se ha concretado a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En el marco de la convocatoria de ayudas de este Plan de Recuperación el ayuntamiento de Donostia ha presentado diferentes proyectos y, en concreto, ha recibido una ayuda con importe de 4.400.000 € para la ejecución del subproyecto “Plan de Sostenibilidad turística en destino de San Sebastián”, ayuda que ha sido aceptada por la Junta de Gobierno local del pasado día 15 de marzo.

Tal como afirma Garay, “dentro de los ámbitos de la convocatoria del Plan para la Recuperación y en concreto entre las denominadas ayudas a mercados sostenibles, la línea de ayudas a la que se ha optado desde el Gobierno municipal ha sido la destinada al fortalecimiento de la actividad comercial en zonas turísticas, cuando existían otras líneas, como por ejemplo, las ayudas para el apoyo a mercados, zonas urbanas comerciales, comercio no sedentario y canales de comercialización”.

La concejala de la formación de izquierdas critica esta opción, ya que las ayudas para el fortalecimiento de la actividad comercial en zonas turísticas supone apostar por un modelo comercial que repercute en la progresiva gentrificación de la ciudad; “Donostia ya tiene una parte importante de sus comercios volcados hacia el sector turístico, un sector económico que además es voluble y genera un empleo estacional y precario. Potenciar este modelo de comercio provoca desequilibrios, pues incrementa el precio de los alquileres de los locales en determinadas áreas de la ciudad, precios a los que sólo pueden acceder las grandes marcas, multinacionales o cadenas comerciales, anulando así las posibilidades de supervivencia para el pequeño comercio y las familias que viven de él. A todas luces, la pérdida del comercio histórico y del tejido comercial tradicional es una pérdida irremediable de la identidad y atractivo de nuestra ciudad”.

Garay señala, además, que con la potenciación del comercio en zonas turísticas se está dando la espalda al comercio de proximidad en barrios periféricos y progresivamente más vulnerables, pequeño comercio que ya estaba sufriendo un deterioro importante en los barrios en fechas anteriores a la pandemia. “Más de dos años después del inicio de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, las consecuencias económicas derivadas de la misma en los pequeños comercios son notables, por lo que es urgente la necesidad de articular mecanismos de ayudas para salvar al comercio de proximidad y así conseguir que pueda sobrevivir al modelo uniformizador que se impulsa de grandes cadenas y grandes superficies comerciales. En definitiva, planteamos que las medidas y ayudas lleguen a todas las zonas de la ciudad, en concreto, a quiénes peor lo han pasado en este tiempo para conseguir que nadie quede atrás”, concluye Garay.