Elkarrekin Donostia llevará al Pleno la pérdida de arbolado que acarreará el proyecto de enlace de la GI-20 por Intxaurrondo

 Donostia, a 25 de mayo de 2022

Haizea Garay, concejala de Ezker Anitza-IU en el grupo municipal Elkarrekin Donostia, ha registrado una interpelación urgente para tratar en el pleno de este jueves el impacto sobre el arbolado que tendrá el proyecto de pinchazo de la GI-20 a su paso por Marrutxipi, ya que este tipo de actuaciones que conllevan la pérdida de masa arbórea son del todo contrarias a la situación de emergencia climática declarada en la ciudad.

La concejala de la coalición de izquierdas ha recogido las denuncias realizadas en los últimos días por los grupos ecologistas, los cuales han advertido que unos 180 árboles han sido marcados y numerados para su tala en el entorno del parque Etzieta, entre el paseo de Mons y la GI-20 a su paso por la zona de Marrutxipi, donde está previsto crear el pinchazo de esta carretera para crear un nuevo acceso a la ciudad. Garay considera “que el gobierno municipal ha de evitar la tala de este arbolado, pues éste actúa de barrera frente a la contaminación acústica y medioambiental que provoca el intenso tráfico de la carretera en este tramo urbano”.

En este sentido, advierte la concejala, “está contrastado que la pérdida de arbolado y biodiversidad provoca un efecto negativo sobre la salud de las personas, pero en este caso en concreto, la masa de arbolado es vital para frenar el efecto negativo que va a tener el nuevo acceso a turismos desde esta carretera. Nos encontramos por un lado, con que esta pérdida de espacios verdes provocará una mayor artificialización del entorno pero además, la pérdida de esta barrera natural contra la contaminación se produciría precisamente en el momento en el que se incrementan las emisiones por el aumento del tráfico rodado en el entorno, con la consiguientes consecuencias negativas para la salud de las vecinas”.

Por todo ello, Garay requerirá la actuación del gobierno municipal, para garantizar que los vecinos y vecinas del entorno puedan seguir teniendo la actual barrera arbórea frente a la contaminación acústica y medioambiental que provoca la GI-20, y recuerda que “este gobierno tiene un compromiso adquirido tras la declaración de la emergencia climática en la ciudad hace más de dos años. Sin embargo, en lugar de tomar medidas para frenar la contaminación medioambiental, el impacto acústico y frenar el calentamiento global, tanto el gobierno municipal como el de la Diputación se obstinan en la ejecución de múltiples obras y proyectos que acarrean impactos de magnitud e irreversibles en el entorno natural.”